Uno de los problemas más singulares en muchas industrias es la formación de charcos o una mala evacuación de líquidos.
Respetando un porcentaje adecuado de pendientes recuperamos las cotas creando maestras y rellenando con mortero de resina consiguiendo desniveles con poco espesor y un buen desaguado.
Al construir estas con resina epoxídicas y áridos de cuarzo con granulometría controlada conseguimos una base de alta resistencia a la compresión y podemos hacer el acabado a continuación sin esperar tiempos de perdida de humedad como en los morteros cementosos.